Si estás leyendo esto desde la playa, que sepas que mereces mi odio infinito. O, al menos, hasta que termine el verano. No es nada personal. Solo mi mala suerte, que me deja sin playa otro año más (y ya van...).
Si estás leyendo esto desde la oficina, bien porque vives en el hemisferio sur o bien porque eres tan pringado como yo, bienvenido. Porque entre tanta lista y recomendación de lecturas para llevarse a la playa, rebozar los libros de arena y devorar capítulos entre mañanas de tumbona y tardes de siesta, los que nos toca quedarnos el verano en el trabajo (o buscándolo) también nos merecemos un poco de atención. Así que aquí van cinco libros para... los héroes que se quedan sin vacaciones.
Harry Potter y las reliquias de la muerte, de J. K. Rowling. Julio es el mes de Harry casi desde que tengo memoria lectora. Porque la historia comenzó un 30 de julio y porque he vivido unos cuantos veranos esperando ansiosa por un nuevo libro. Recuerdo sobre todo ese julio en el que cerré este último capítulo de la saga. Era 2007, estaba a punto de empezar la universidad y ese verano fue uno de los últimos que me pasé sin hacer nada y sin sentirme culpable por ello. Qué vida aquella.
Pastoral americana, de Philip Roth. Mi lectura actual. Solo llevo unas 100 páginas, así que de momento apenas sé lo que me parece. Lo incluyo no porque sea una historia veraniega ni especialmente apta para esta época del año, sino porque está siendo el libro que me llevo los fines de semana a la piscina (municipal, la vida de los pobres es así). Solo por lo mal que lo trato, dejándolo tanto tiempo al sol, se merece un hueco en esta lista.
Sombra y hueso, de Leigh Bardugo. El verano, ya sea a la orilla del mar o en mitad del asfalto de la ciudad, es para los placeres culpables. Y a mí las sagas juveniles me pierden. La trilogía Grisha, además de enganchar, tiene un nivel más que aceptable.
Brooklyn Follies, de Paul Auster. Porque tiene el encanto de esos libros que no les hace falta contar ninguna historia extraordinaria ni fuera de lo normal para llamar la atención. Y los dos párrafos finales, siendo tan espontáneos y aparentemente ordinarios como el resto de la novela, son de los pocos que se me han quedado marcados en la memoria.
Matar a un ruiseñor, de Harper Lee. Su precuela durante años perdida, Ve y pon un centinela, sale el próximo 15 de julio y tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los títulos imprescindibles de este verano. Pero yo tengo Matar a un ruiseñor todavía en mi lista de pendientes desde tiempos inmemoriales, así que me quedo con el clásico para mi lista.
Se aceptan más recomendaciones para llevar mejor esta época de mier** e intentar paliar esta sequía lectora que sufro desde hace un tiempo y me ha dejado sin nada interesante que decir en el blog estos últimos meses. Vuelvo con cautela y con la esperanza de retomar el ritmo lector y bloguero.
Hola^^
ResponderEliminarHarry Potter es una recomendación con la uno siempre acierta.
¡Gracias por las demás recomendaciones!
besos
Fíjate que nunca he sido de leer libros por época del año así que no me siento mal al ver las recomendaciones veraniegas pero si te entiendo, es feo no tener vacaciones :(
ResponderEliminarEso sí me pone triste y sentimental. Más que nada porque hasta el año pasado tenía mis vacaciones larguísimas y ahora si siento el recorte de las mismas pero bueno, tenía que pasar en algún momento. De tus recomendaciones, tengo muchas ganas de leer Matar a un ruiseñor pero esta bien difícil de conseguir en mi ciudad y no sé por qué, espero que con la salida de Ven y pon un centinela, podamos conseguirlo más fácilmente. También, quiero leer la trilogía de Sombra y Hueso porque me atrae demasiado. Esperemos que todo se dé y ya te contaré más :)
Te mando un beso enorme, Bárbara♥