Nuevos vecinos en la estantería #2

domingo, 10 de noviembre de 2013

Estos son los libros que han caído en mi estantería este mes. Algunos reciclados o rescatados de otras estanterías porque mis bolsillos tienen poco fondo. Bastantes clásicos, algo de periodismo y el único cómic al que sigo siendo fiel.




Ana Karenina, de Lev Tolstoi. El pobre está ajado, viejo y amarillento. Pero eso también es parte de su encanto. Lo rescaté de la estantería de casa de mis padres después de varios meses tras él (la típica historia del libro prestado que tarda siglos en volver). Pretendo empezar el año con él.

Mansfield Park, de Jane Austen. Lo cogí al azar en la librería sin saber que es el título de Austen que menos suele gustar. Llevo la mitad y es entretenido, aunque la protagonista necesita urgentemente un buen chute de sangre en vena.

A sangre fría, de Truman Capote. Era de los veteranos en mi lista de pendientes. Últimamente lo he escuchado mencionar varias veces en clase, así que me animé a llevármelo a casa. Creo que me pondré con él en cuanto termine con Mansfield Park, para que se note bien el cambio de registro.

La marca del meridiano, de Lorenzo Silva. Premio Planeta 2012 y novela policíaca de un autor del que hace tiempo que quiero leer algo.

Hay algo que no es como me dicen, de Juan José Millás. La crónica del caso Nevenka Fernández narrada por uno de los tipos que mejor escriben en este país. Millás documenta la historia de Nevenka, la joven concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada (León) que en 2001 dimitió de su cargo y denunció al entonces alcalde de la ciudad, Ismael Álvarez, por acoso sexual.

Astérix y los Pictos, de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad. Los últimos cómics de Astérix han rozado la categoría de vergüenza ajena. Por eso cuando leí que pensaban sacar uno nuevo, con dibujante y guionista diferentes, no supe qué pensar. En fin, era difícil degradar la historia más de lo que lo había hecho Uderzo. Pero cuando lo ví en la librería, tan nuevo, con ese resumen y esa portada que olían tanto a las historietas clásicas… piqué.